En la Diestra de Dios Padre

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Reseña: Tomás Carrasquilla, “En la diestra de Dios padre”, 1987


Tomás Carrasquilla escritor colombiano, novelista y mejor representante del cuento colombiano, nació en 1858 en Santo Domingo y muere el 19 de diciembre de 1940. En sus obras se caracteriza por el uso de un lenguaje crudo, real y antioqueño, típico de su lugar de origen.

“En la diestra de Dios padre”, es un ejemplo perfecto y claro de literatura campesina y popular, donde las palabras ásperas, crudas y típicas de una región que no pierden nunca la claridad y belleza juegan para entrelazar una fantasía y cumplir así el papel más importante de la obra.

Una fantasía donde entra la universalidad de personajes como la muerte, Lucifer, Jesucristo, San Pedro, los ángeles y muchos más, que poco a poco van entrando en el espacio real e indicado, como la casa de peralta, el infierno y el cielo de Antioquia.

La historia gira alrededor de la bondad y sabiduría de un campesino popular, Peralta, quien desafía al diablo, evade la muerte y embrolla al cielo con sus disparates, con el único fin de hacer justicia por sí mismo pero sin pasar por encima de nadie.

Este cuento lo que quiere hacer en el lector es mostrar las situaciones comunes que vivimos todos, donde se balancea los términos típicos de lo bueno y lo malo en el más simple contraste del cielo y el infierno en el que todo niño cree.

Es un continuo contraste entre lo positivo y lo negativo que vemos reflejado desde el comienzo de la historia, nos encontramos con la hermana de Peralta quien muestra ser la persona menos humilde e interesada que en el momento en que el destino cambia para ella se olvida por completo de su origen afianzando el egoísmo y volviéndose la persona mas elitista del planeta.

Es así, como finalmente más que un cuento llega a ser una lección de vida, entre la mezcla de una jerga colombiana y unos modismos específicos de la región antioqueña, recreamos las buenas acciones de Peralta para pensar en aplicar actos de bondad y solidaridad como esos en la vida diaria de aquel que lea frases como: “¡Caramba que el pobre siempre hiede! Miren que dejar este oral por el afán de venirse de mi casa. Cuenten y verán que no les falta nada”, que sólo se encuentran en un libro tan maravilloso como este.