Ser colombiano un privilegio no apreciado


Reseña: Pilar Lozano, “COLOMBIA MI ABUELO Y YO”, páginas. 1997. editorial Panamericana.

Pilar Lozano, periodista y escritora infantil nacida en Bogotá, en 1951. Se caracteriza por la sencillez de su lenguaje y la ardua comparación que facilita a los niños entender por medio de ejemplos simples e imaginativos, un espacio real.

“COLOMBIA MI ABUELO Y YO” es un libro de geografía infantil, que termina siendo un atlas didáctico, por el cual se aprenden desde fechas históricas, como el espacio natural y la diversidad de climas y espacios reales que tiene nuestro país.

Por medio de enseñanzas sutiles, nos compenetramos más con nuestro país, logramos sentirlo nuestro y en el transcurso de cada una de las páginas, nos damos cuenta que a pesar de la guerra, Colombia es un orgullo y ser colombiano un privilegio. “Somos un país rico en agua, el cuarto con mayor disponibilidad de líquido” pág. 74

Este libro además de ser una fuente de aprendizaje es una fuente de reflexión, donde poco a poco, como lector colombiano, uno llega a darse cuenta de lo poco que conocemos nuestro propio país y donde la propia jerga es ajena a nuestros oídos.

Por lo tanto, llegamos a entender que Colombia es más que, el limitante de dos océanos, un país rico en agua, el dueño de tres cordilleras, integrado por páramos, desiertos y el espacio donde encontramos todos los climas, desde el mas frío al más cálido. Colombia, es un país privilegiado con un origen cultural inmenso integrado por la diversidad étnica de nuestros ancestros.

Pero lastimosamente todo esto es opacado por la imagen mundial, una imagen violenta y peyorativa, dónde es triste toparse con experiencias como la mía en Francia, dónde un mapa de los cinco continentes mostraba a Colombia como uno de los principales países con más índice de violencia.

Al mismo tiempo, hace un llamado a que el lector se de cuenta de lo descuidado que tenemos nuestro hogar y la equivocación de algunos seres humanos que destruyen el planeta, citando la contaminación en general y la extinción de animales.

Un aspecto importante encontrado en esta grata lectura, llena de inocencia es la gran importancia de no dejar a un lado, el ser niño, para lograr ver lo que está presente, pero que como adultos ignoramos, la fantasía y la imaginación. “Taltún sonrió y agregó: ¡Que lindo ser niño para soñar cosas así!” pág. 108.

La inocencia marca esta lectura, y la retroalimentación de lector y escritor se hace presente constantemente, la curiosidad de buscar un atlas y pintar a Colombia para apreciar si lo que se dice Pilar, de que éste, es una estrella deforme, es verdad.

La descripción continua es un factor que ayuda a la simple comprensión y al acercamiento con lo que se plasma en cada una de las páginas de “COLOMBIA MI ABUELO Y YO”, la confianza en los términos como “cuarto de cachivaches”, “potrillos” y “coleo” hacen de éste un espacio de esparcimiento y reconocimiento de lo propio pero un poco olvidado.

Es así, como por medio de la inocencia (“es un termómetro con el que vamos a medir la fiebre del aire en cada uno de los sitios por donde pasemos” pág.61) , se plasman fechas exactas, se hacen comparaciones (“son como cobijas de capas atmosféricas” pág. 63”) y se deja volar la imaginación, de los niños que lean el libro, e igualmente, a nosotros, cómo adultos, nos invita a reflexionar y nos deja ver, que al momento de leer un libro como este, podemos volver a ser niños.