La niña fantasma

Recordé hoy que durante un semestre mi nombre fue repetido en cada una de las clases de la Universidad de la Sabana, un llamado a lista que no tenía respuesta pero sí muchos interrogantes para los profesores y estudiantes.

Cuando volví a la universidad, año 2003 mis compañeros me decían "a tu eres la niña fantasma". Me preguntaba por qué lo decían y solo hasta que en una clase de Español, frente a todos mis compañeros, hablé sobre mi vida, todos entendimos que era lo que pasaba.

Una historia llena de valentía y coraje, me repetían. Cómo sin conocer a nadie hablaría con naturalidad de algo tan íntimo, pero desde allí entendí que mi historia merecía contarse porque no solo me ayudaba a mí, sino que dejaba huella en quienes querían interiorizarla.

Desde aquel día se forjó una fuerza mas grande, la que algunos juzgan como fantasía o simplemente incrédulos la ven como pérdida de tiempo porque no trae riquezas.

¿Pero de qué riquezas hablamos? La riqueza más grande se llama vida. Y vivir va más allá de respirar: implica sentir, compartir, ser solidario y trabajar en equipo para construir cambios que empiezan desde su núcleo, es decir desde nosotros mismos.

¿Te preguntarás ahora cómo nace esa historia?