¿Te atreves?


¿Estoy en un sueño? No te atrevas a despertarme, déjame vivir un poco más a tu lado.

Eres como una droga adictiva en mi mente que siento recorre toda mi piel y me hace viajar por mundos paralelos.

Me pregunto si lo que vivo es verdad, si es posible que tú estes aquí. ¿Estás?

Sé que no es que no lo merezca solo que en ocasiones, la inseguridad me hacen creer que momentos tan maravillosos como los que vivo hoy son fugaces.

Tengo miedo de entregarlo todo. Prometo que lucharé para que no me impida vivir el hoy infinitamente.

Mi corazón siente que eres especial, que no saliste ni te refundiste del y en el montón. 

Bajo esa pequeña coraza, que a veces quieres hacer ver, se encuentra una luz cegadora que alumbra el camino de quien quiera caminar a tu lado.

¿Para qué llegaste ahora? ¿Que me estás enseñando? 

Viniste para mostrarme que si es posible tener algo mágico y que existen los hilos transparente para unir dos esencias únicas y puras.

Que vivir es más importante que sobrevivir.

Sanas mi ambiente con tu presencia, le inyectas paz, dulzura y equilibrio.

Así como me admiras, me admiro. Confío en mí, me siento segura desnuda frente a tus ojos.
No me importa que veas mi alma de aciertos e imperfecciones, porque sé que tus ojos están preparados para no juzgar y ver más allá.
¿Entonces qué?... ¿Te atrever a despertarme o seguimos caminado de la mano? 

Te animas a descubrir el mundo de a pequeños bocados... Hoy te tengo una invitación: ¡ven camina a mi lado!

¡Gracias, gracias, gracias!