Recuerdo ese recorrido en el cual desde el comienzo se agudiza el sentido del olfato, más que el de la vista que contempla los hermosos campos, jardines, casona, bodega, lago y plazas.
Un lugar, sin duda lleno de belleza, donde el recorrido es acompañado por diferentes degustaciones y explicaciones de sus vinos, originarios de esas cepas francesas de la región de Burdeos que su mismo fundador transportó.